¿De dónde surge la idea?

Un pequeño video que nos muestra insignificancias de las personas, cosas que probablemente compartimos pero no nos detenemos a apreciar.

Insignificancias04 de noviembre de 2024Natalia BeDiNatalia BeDi

Hay un video francés sobre insignificancias que nos presenta muchas de ellas, de distintas personas. La realidad es que todos tenemos muchos "pequeños grandes placeres", y al identificarlos, lo crean o no, somos un poquito más felices, al menos por ratitos.

Éstas son tan solo unas cuantas de las mías.

  1. Me gusta cuando hace frío y me pongo la ropa recién salida de la secadora o está recién planchada.
  2. Me gusta ir caminando y tocarme la panza por debajo de la playera.
  3. Me gusta quedarme dormida en la mesa después de comer.
  4. No me gusta cuando vas a que te corten el cabello y al final te enseñan cómo quedó cuando tú ya sabes cómo quedó pero quieren tu aprobación.
  5. Me gusta comer el queso de hebra (quesillo o queso Oaxaca) directo de la bolsa en la que lo compraste.
  6. Me gusta escuchar aviones y el tren.
  7. Me gusta ver niños chimuelos sonriendo.
  8. Me gustan las palabras: permanecer, genuino, atípico, trance, corazonada y experimental.
  9. Me gusta ponerle apodos (no groseros) a las personas.
  10. Me gustan las estampas y anotaciones de muros en la calle.

Clic para ir al video.

AA001 (19)Más pequeñeces

Te puede interesar
insignificancias 22

Una pequeña lista

Sandra BO
Insignificancias12 de noviembre de 2024

Todos tenemos pequeños placeres, y seguro que no somos los únicos que los disfrutan. Comparte los tuyos, sé parte de Postal Borrosa.

AA001 (19)

Más pequeñeces

Natalia BeDi
Insignificancias06 de noviembre de 2024

Todos tenemos pequeños placeres, y seguro que no somos los únicos que los disfrutan. Comparte los tuyos, sé parte de Postal Borrosa.

Lo más visto
pelo

Te perdí para encontrarme

Jonás
Happy problems20 de noviembre de 2024

Un caótico viaje mental por un acto rutinario, donde a partir de un evento personal, que tomó meses de incertidumbre para decidir que corte iban a hacer dos metales afilados (tijeras), acompañado de un debraye sobre culturas que tienen bien establecida una identidad y característica muy particular, fuera de las prendas o ideologías, con el objetivo de escoger el corte de pelo que me hiciera sentir realmente yo de nuevo.