
Somos desconfiados cuando nos conviene.
No sé descansar _________________________________
Creo que hay algo que muchos no sabemos hacer... descansar. No es que no queramos, o ni siquiera que no nos dé el tiempo, es que en realidad, creo que no sabemos cómo.
Por alguna razón, nuestro cerebro decidió que siempre tenemos que estar haciendo algo, como si detenernos fuera una pérdida de tiempo. Y eso es un problema. Al menos yo, odiaría tener que reconocerme como una workaholic, pero como muchos otros, tristemente lo soy. Y lo peor de todo es que muchas veces ni me doy cuenta, lo que a su vez, es caminar entre la delgada línea de la aparente productividad y el burnout.
Pero, ¿saben qué es lo frustrante? Que muchas veces estamos tan saturados y llenos de pendientes, tareas, o cosas que queremos ver, aprender o hacer, y eventualmente no tenemos el tiempo para hacerlo, o peor aún, nos gana la procrastinación. Tantos checkpoints en la lista que nos bloqueamos sin saber por dónde empezar.
Y aun así, seguimos haciendo listas y pensando en lo que vamos a hacer mientras hacemos. Y eso hace que no podamos disfrutas las cosas, estar realmente presente en ellas.
Pero las cosas no deberían funcionar así. El descanso no debería sentirse como... pérdida de tiempo. Porque esa sensación de que siempre hay más por hacer, más por cumplir, más por esto y lo otro, lo único que hace, es agotarnos.
Jazz _________________________________
Y es aquí donde entra el jazz.
Una de las cosas más importantes del jazz es la improvisación, que todo parte de una base que es la melodía, y que se va desconfigurando con más elementos, con varios instrumentos.
Nuestro descanso debería ser eso, la melodía base. Y obviamente tenemos que hacer muchas cosas: esos son los demás instrumentos. Pero deberíamos encontrar una forma de hacerlo sonar bien y no solo como un montón de ruido que no logramos aprender a ordenar.
Muchas veces pareciera que todo se trata de hacer, hacer, hacer y hacer... cuando no.
La percusión da ritmo, los platillos hacen que te sientas correteado, por ahí una trompeta, el saxofón. Pero son todas esas actividades que sí, tenemos que hacer, pero que suenan en torno a la calma, y que no las necesitamos para funcionar, porque ya tenemos nuestra melodía base que por tiempos, se vale dejar sonando sola.
Porque sino… nos cansamos.
Donde los problemas son chiquitos_________________________________
Y está bien cansarse, no tenerlo todo bajo control todo el tiempo. A veces, descansar es lo más productivo que podemos hacer. Qué pésimo constructo eso de que tenemos que estar ocupados para ser productivos. Como si descansar tuviera que esperar hasta terminar todo lo demás, pero en ese "todo" se va nuestra energía.
Qué afán de priorizar 100 cosas a la vez, y que descansar tenga el puesto 101.
Es absurdo que casi siempre necesitamos rebasar nuestro límite para acordarnos de que tenemos que respirar. Caminar, andar en bici, escuchar la misma canción del momento una y otra vez, escribir, pintar, leer, aprender. Estar con personas que nos recuerdan que si lo permitimos, el ritmo diario puede desacelerar un ratito, y los problemas se pueden hacer chiquitos de vez en cuando.
En fin, espero que esto nos ayude un poco a aprender a descansar antes de cruzar nuestro propio límite. Hacer sin expectativas. Correr sin apresurarnos. Respirar sin tener que ahogarnos antes. Porque al final, la vida, como el jazz, tiene su propio ritmo, y creo que es momento de dejar de pelear con él.
Un caótico viaje mental por un acto rutinario, donde a partir de un evento personal, que tomó meses de incertidumbre para decidir que corte iban a hacer dos metales afilados (tijeras), acompañado de un debraye sobre culturas que tienen bien establecida una identidad y característica muy particular, fuera de las prendas o ideologías, con el objetivo de escoger el corte de pelo que me hiciera sentir realmente yo de nuevo.
Sabía que el amor duele, pero, ¿con un vaso de leche?
En la noche no salen los monstruos, la noche es el monstruo (a veces)
Somos desconfiados cuando nos conviene.
Qué bonita luz la de esa hora.